jueves, 28 de octubre de 2010

Señor, el solo mirarte en la Eucaristía nos anima a vivir alegres y confiados en Tu Misericordioso Corazón


Señor, Tú que nos concedes el don de amar; que dejaste Tu Vida en la cruz para aliviarnos y hacernos Tus hijos; Tú, Señor, que con tanta generosidad abriste una luz de Misericordia y engendraste el perdón en nuestras almas, enséñanos a VIVIR el AMOR, a VIVIR bajo Tu santa y salvífica protección, haz, Señor, que al igual que Vos, nos abracemos a la CRUZ, que es VIDA y resurrección y recomencemos en un camino pleno y recto, pleno de Tu santidad y pureza, y recto para que no seamos almas que trasluzcan oscuridad sino resplandor y verdad.
Gracias, Padre Bueno, por tan grandes y gratos consuelos, por interceder por nuestra salvación, por hacernos descubrir cuánto vale AMAR de verdad, cuánto amor irradia el alabar y adorar. El sólo mirarte en la Eucaristía nos hace recobrar las fuerzas y nos anima a VIVIR alegres y confiados en Tu Paz, en Tu protección, en Tu MISERICORDIOSO CORAZÓN.
Gracias por tanto Amor y por tan grandes consuelos celestiales.
Vive en nosotros, haz que Te llevemos sin restricciones.
Te amamos, Señor, vive por siempre en nosotros. Amén.

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