lunes, 29 de noviembre de 2010

Cuán provechoso es recoger de Mi Corazón las gracias para vuestra salvación




Señor, cuánto fruto obró Tu salvífica Presencia en el oratorio; cuántos corazones esperanzados y animados en el camino de adorar y venerar tan grata plenitud, tan grata FORTALEZA para aquietar nuestras fragilidades y transformarlas en consuelo para Tu Corazón.
Señor, Tu Presencia irradia AMOR GENEROSO Y MISERICORDIOSO.
Tu Corazón destila paz y bondad, nos abrazas con Tu insondable luminosidad y nos acaricias el alma con Tu Verdad. Enséñanos, Padre de eterna MISERICORDIA, a aceptar todo misterio como un candente obsequio que devela Tu paciente y humilde Corazón, porque pese a todos los oprobios y desatinos que recibes, siempre estás para acercarnos más a Tu Misericordia.
Restauras nuestras falencias y nos consuelas con gracias que nos protegen de tantas irregularidades mundanas; Tú solo PUEDES IRRADIAR NUESTRAS ALMAS Y HACERNOS MERECEDORES DE TU BONDAD Y MISERICORDIA.
Gracias, Padre Bueno, por todo lo que derramas en nuestro caminar hacia Tu Morada de eterno AMOR; SOS SUSTENTO Y FUERZA QUE NOS SUBLIMA Y NOS CONSUELA.
"Lejos de Mi Corazón hallarán desconsuelo y desasosiego; junto a Mi Corazón, Perdón, Amor, Paz, Consuelo y Descanso.
Cuán provechoso es recoger de Mi Corazón las gracias para vuestra salvación.
Anhelen pertenecerMe y oren para que estén siempre dispuestos a para recibirMe y amarMe.
Bendigo vuestra entrega y vuestro empeño por hacerme conocer.
Mi Verdad es grato consuelo y eficaz remedio para vuestras heridas y desconsuelos.
Mi Verdad es punto fruto de un Amor puro y misericordioso.
Quien se une a ella se une a Mi Corazón".

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