sábado, 15 de enero de 2011

Tu Presencia Eucarística acrecienta en nosotros el Amor y la Caridad


Señor, cuando miro tu Rostro sangrando desde tu cabeza en donde se puede ver una cruz, y desde allí brota sangre, desde esa CRUZ que nos hace REVIVIR tu Pasión, en donde por Misericordia y Amor te entregaste por nosotros.
Señor, sabemos que a través de esta imagen nos muestras nuevamente el dolor que sufre tu Corazón. Nos haces recapacitar y nos mueves a vivir más en oración, a vivir más entregados a tu Misericordia y a vivir tu Presencia Eucarística para acrecentar en nosotros tus hijos el AMOR y la caridad.
Cuánto AMOR irradias en nuestras almas, cuánta luz nos dispensas para que junto a vos nos realicemos desde un Amor que será consuelo y gozo para tu Corazón.
El contemplarte nos hace VIVENCIAR la inmensidad de tu generoso Corazón y nos hace traslucir en nuestras almas la pureza de tu bondad y simpleza.
Gracias, Padre de eterno consuelo, por acrecentar en nuestra nada tu luminosidad y por auxiliarnos en cada caída.
Gracias, Padre Bueno, por abrazarnos desde tu cruz y por ayudarnos a sostenerla en los momentos de dificultad y desaliento.
Bendito seas por siempre, Padre de Misericordia y perdón.
Bendita tu sencillez y tu glorioso esplendor.