Cuando nosotros presentamos nuestras intenciones a la Virgen, ¿de qué manera responde la Madre de Jesús a nuestros pedidos? ¿Qué milagros hace Nuestra Señora de la Eucaristía? ¿Puede hacer
milagros? Para saberlo, veamos qué dice el Evangelio de la Virgen en las Bodas
de Caná: allí, se les termina el vino a los novios, entonces la Virgen, dándose
cuenta de esto, le avisa a Jesús: “Hijo, no tienen más vino”, con el propósito
de que Jesús interviniera e hiciera algo en favor de los novios, que eran
amigos suyos. Pero Jesús no quería hacer ningún milagro, porque no había
llegado la Hora autorizada por el Padre para que Él hiciera milagros en
público. Hasta entonces, Jesús había hecho muchos milagros, pero en secreto, no
en público. Por eso Jesús le dice a su Mamá: “Mujer, ¿a ti y a Mí qué?”, como
si le dijera: “Mamá, si se les terminó el vino es problema de ellos, no nos
incumbe, ni a ti ni a Mí. Todavía no llegó mi hora”. Pero Jesús no le puede
negar nada a su Madre, y por eso es que, a renglón seguido, el Evangelio cita a
la Virgen, diciendo: “Hagan lo que Él les diga”. Jesús les hace traer las
tinajas de piedra, les dice que las llenen de agua y hace el milagro y
convierte el agua en vino y vino del mejor, tanto que el maestresala felicita a
los novios por la calidad del vino: “Has reservado el mejor vino para lo último”.
El primer milagro público de Jesús está precedido por la
intercesión de la Virgen ante Jesús, que logra que Jesús haga el milagro,
cuando aún no había llegado la Hora autorizada por el Padre para que Él
manifestara su Amor por medio de sus milagros. Es decir, la Virgen intercede
ante Jesús y, por medio de Jesús, ante Dios Padre y Dios Espíritu Santo, y
logra que Jesús haga un milagro, aún cuando no quería hacerlo. Ese milagro de
Caná, anticipa el milagro de la Misa, en donde Jesús no convierte agua en vino,
sino que convierte el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre. Como es un
milagro que anticipa la Eucaristía, ya desde ese entonces, la Virgen se llama “Nuestra
Señora de la Eucaristía”.
De la misma manera, así como la Virgen obró a favor de los
novios, así Nuestra Señora de la Eucaristía obrará milagros insospechados en
nuestras vidas, si nosotros nos encomendamos a Ella y le pedimos su
intercesión, porque aunque Jesús no quiera concedernos un milagro, Ella obtiene
de su Hijo todo lo que le pide para nosotros, si eso es conveniente para
nuestra salvación, y es por eso que debemos encomendarnos a Ella y pedirle las gracias que necesitemos para nuestras vidas. Pero el milagro principal que hará la Virgen de la Eucaristía en nuestras vidas, será Eucarístico, porque hará que nuestros corazones amen a su Hijo, Jesús Eucaristía, más que a cualquier cosa en el mundo.
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