miércoles, 5 de septiembre de 2012

Novena a Nuestra Señora de la Eucaristía 7



El don de la Santísima Trinidad a cada hombre en particular, representado en la Virgen de la Eucaristía
¿Qué vemos en la imagen de la Virgen de la Eucaristía?
Vistos con ojos solamente humanos, sin la fe, en la imagen de la Virgen de la Eucaristía vemos a una madre más, entre otras, que muestra orgullosa a su hijo, quien a su vez transmite su amor de niño al que se le acerca, compartiendo sus uvas.
Sin embargo, no se trata de una madre más, ya que la fe nos dice que es la Virgen, Madre de Dios, que nos brinda a su Hijo, Jesús de Nazareth, en su niñez, el cual a su vez, en un gesto de amor de niño, comparte con amor lo que tiene, un racimo de uvas, que prefiguran el vino de la Misa, que es su Sangre, la que será derramada en el sacrificio de la Cruz.
Pero la Virgen es Madre y Modelo de la Iglesia, de modo que en la escena está representada la Iglesia, Esposa del Cordero, en su acto de donar el fruto de sus entrañas virginales, que es el altar eucarístico, a Jesús Eucaristía, concebido por el poder del Espíritu Santo. En la Virgen de la Eucaristía, que dona a su Hijo, concebido por el poder del Espíritu Santo en su seno virgen, hay una prefiguración de la Iglesia que, por el poder del Espíritu Santo, desplegado con toda su potencia divina en la consagración, convierte el pan y el vino en el altar eucarístico, el seno virgen de la Iglesia, para donarnos a Jesús, Pan de Vida eterna.
Pero hay en la Virgen de la Eucaristía todavía otra misteriosa representación: en su realidad última y primigenia, la imagen representa a la Santísima Trinidad, ya que el origen del don de la Madre de Dios, que es el don de la Iglesia, Jesús, Dios Hijo en la Eucaristía, es Dios Padre, para que Él, por medio de su Sangre, representada en las uvas, done al Espíritu Santo, el Amor del Padre y del Hijo, cuando su Corazón sea traspasado en la Cruz.

Intención para el día 7 de la Novena: Nuestra Señora de la Eucaristía, te suplicamos que nos concedas la gracia de apreciar y agradecer siempre el don de la Eucaristía, que proviene de la Santísima Trinidad.

1 comentario: