martes, 5 de abril de 2011

Oren, porque sólo la oración vence al Mal


Señor, abre nuestro corazón y únelo al tuyo, para que podamos percibir y transmitir tu paz.
"Mis hijos, os concedo Mi Paz en este Mi refugio de Amor; os concedo desde Mi Corazón todo lo que me pidáis, siempre que sea para Mi Gloria.
Os revivo en el AMOR misericordioso; os revelo toda mi Bondad en la unión que se evidencia con el Pan y el Vino.
Es todo mi sufrimiento un venturoso y generoso obsequio para vuestra alma.
Fortaleceos con Mi Cruz.
Confiad en Mí y seguidMe en todo momento.
No deseseperen, esperen, y sean ocasión de alegría y confianza".

Madre mía, enséñanos a ser tu compañía y escucha en tu Corazón nuestras súplicas y ruegos.
Madre mía, Reina de la Paz, te rogamos por la paz del mundo, por los que sufren guerras, soledad, por los que agonizan o ven agonizar a sus hijos o seres queridos. Fortalécelos con tu AMOR MATERNAL y cólmalos de tu paz. Devuélveles, a los que no tienen fe, la gracia de la conversión y ábreles el corazón para que puedan ser como tú lo pides, compasivos, y ejerzan la "Caridad", olvidándose de sí mismos.

"Mis hijos.
Oren por todas las batallas, tanto mundanas como espirituales, para que triunfe siempre el Bien sobre el Mal, para que verdaderamente exista, en los que tienen un corazón de piedra, disposición para recibir las gracias que se os conceden.
Oren, mis hijos, porque será el único recurso que podrá vencer al Mal.
Oren con mucha confianza y siembren paz por donde vayan".

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