
María es gozo para el alma.
Los encuentros que se evidencian con lo divino no dejan de ser gratos e inolvidables; son regalos de infinito AMOR providente y se hacen presentes en los corazones que CONFÍAN y se amparan en el corazón del Padre y de María Reina de la paz.
María es gozo para el alma y Jesús es fortaleza y refugio para todos sus hijos.
Benditos los que acuden al Salvador, esperanzados en su Perdón y Misericordia.
Benditos los que con humildad y mansedumbre dejan huellas de verdadero Amor en la tierra.
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